El domingo de Pascua desayunamos en el Silonque Bush Estate, en Phalaborwa, y luego nos dirigimos al norte, al Punda Maria Rest Camp. El viaje duró un poco más, porque en algunas carreteras algunos agujeros (baches) nos obligaron a conducir lentamente. También hay vacas y burros corriendo por la carretera.
A las 12:30 llegamos a la puerta y nos dirigimos tranquilamente al campamento. Desde el coche pudimos volver a ver jirafas, cebras e impalas.
Después de un poco de espera, nos reunimos con nuestro guía Christopher y su asistente Fiona y nuestros 4 compañeros de viaje en el campamento. Vienen dos parejas, Eric y Giesela de Sudáfrica y Doro y Pablo de Basilea. Nuestros coches se quedan en Punda María. Aún así, tuvimos la oportunidad de comprar bebidas adicionales como vino, coca-cola o cerveza en la tienda. Luego nos llevaron en un jeep abierto al Campamento Nyalaland para realizar una Ruta Salvaje, 4 días – 3 noches.
El campamento consta de cuatro cabañas, cada una de ellas con dos camas individuales, una cabaña común, un pozo de fuego, un lavadero, una cocina, un almacén de provisiones, una cabaña de guardabosques y una valla, aunque ésta sirve más para mantener a los visitantes en el campamento que a los animales. Actualmente, una parte de la valla se ha derrumbado porque un elefante ha querido echar un vistazo. Después de la deliciosa y cálida cena nos sentamos juntos junto al fuego y nos informamos sobre los próximos días. Entre otras cosas: – Si vemos algún ojo en el camino hacia el retrete, debemos dar la vuelta en la cabaña segura y llamar a Christoffer para pedir ayuda. – Durante los «Paseos» debemos caminar siempre unidos detrás de los dos guardabosques armados y actuar según las instrucciones en caso de peligro. – Es aconsejable llevar una linterna en la oscuridad y llevar calzado cerrado para evitar pisar accidentalmente serpientes o escorpiones. ¡¡Todas las precauciones por supuesto!!
Silke