Nos quedamos a dormir y Reiner fue a comprar pan, huevos y leche. Nos preparamos un delicioso desayuno y luego exploramos el lugar. La playa del océano Índico es preciosa.
Hasta el centro del pueblo, con muchas tiendas, escuelas de buceo y restaurantes, caminamos unos 30 minutos. Los días son, por ser invierno, bastante cortos. Ya a las 17:45 es la puesta de sol. La temperatura máxima diurna es de 27 grados, la nocturna de 21. Por la noche comimos una sartén de curry con coco fresco, lentejas, setas y tomates.
Silke